Zaqueo era cobrador de Impuestos o Tributos. Imagen: mariamparo.net |
COLECTORES DE LOS TRIBUTOS
Colectas bajo el gobierno turco.
En los días cuando el gobierno turco controló a Palestina, estuvo en vigor un sistema que arrendaba el derecho de cobrar los impuestos sobre importación y exportación, el comercio interior, y diezmos sobre la agricultura para el gobierno. Una compañía le garantizaba al gobierno una cierta cantidad de dinero por contribuciones; y luego, teniendo cl monopolio dc la cobranza, cobraba al público lo suficiente para asegurarse a su vez una buena ganancia en la transacción. Se creaba así mucha opresión e injusticia con tal sistema, pero se continuaba por tanto tiempo que el pueblo al final lo aceptaba como un mal necesario.
Colectas bajo el gobierno romano.
Un sistema parecido al turco, estuvo en operación en el Imperio Romano en tiempos del Nuevo Testamento. El oficio de publicano, o colector, era en sí mismo bastante lícito, pues era necesario imponer contribuciones dc parte dcl gobierno y era importante colectarlas. Pero había resentimiento de parte de los judíos en contra del pago de contribuciones al gobierno gentil. Este resentimiento se acrecentaba más porque entre estos colectores había mucho robo y opresión, como los culpó Juan cl Bautista: “Y vinieron también publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?, y él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado” (Luc. 3:12, 13). Por causa de esta situación los publicanos fueron considerados como notorios pecadores entre los judíos. Tal expresión como: “los publcanos y las rameras” y “publicanos y pecadores” eran de uso común entre ellos (Mat. 9:11; 21:31). Porque Jesús buscaba hacerse amigo y ayudar a los hombres más bajos, ciertas gentes de su tiempo le dieron el título de “‘amigo de publicanos y de pecadores” (Mat. 11:19).
Mateo era un publicano que tenía su oficina de impuestos cerca de Capernáum sobre cl camino de Damasco a Acre, donde podía examinar la mercancía de los viajeros a lo largo de este camino real, y cobrar las consabidas contribuciones. Teniendo este oficio el tenía la necesidad de violar las observancias del sábado fariseo y la ira de ellos estaba sobre él. Pero Jesús llamó a Mateo para que le siguiera. “Y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los públicos tributos, y le dijo: Sígueme” (Luc. 5:27). Zaqueo no era colector ordinario, sino más bien una persona que derivaba comisiones de lo que colectaba, el cual estaba sobre un distrito entero, y tenía colectores bajo su jurisdicción. Su conversión fue tan completa que convino en “si en algo he defraudado a alguno, lo devuelvo con el cuatro tanto” (Luc. 19:8).
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