Bereshit, en el principio
¿Por qué la palabra bereshit (en el principio) comienza con una letra bet más grande de lo normal?
La primera letra de la palabra “brajá” (bendición) es la Bet. Certeza es saber que todo lo que pasa viene de la Luz, y tener esa certeza es la bendición más grande que podemos tener. La Bet se refiere a la capacidad de ver profundo, el ver de qué forma todo es una bendición incluso aunque no pueda entenderlo ahora mismo, ¡sé que el resultado final es Luz! Cuando podemos ver esto, ¡tenemos una bendición!
Parábola del Rico y Lazaro
El mensaje esencial, en base al contexto que ha creado el autor del libro (lo que escribió antes y después de este fragmento), es la diferencia entre un Tzadik y un Rashá. Uno que llevó su vida justa, a pesar de pasar increíbles necesidades económicas (mamon = la apariencia), en base a la cual la gente podría pensar: "es un Rashá porque le va mal en su vida". El otro personaje muestra lo inverso, le va muy bien económicamente (mamon = la apariencia), en base a lo cual muchos pudiesen decir: "¡Que Tzadik! Miren como HaShem lo bendice"; pero la recompensa divina mostró la realidad de ambos, y como las apariencias engañan.
También es interesante hacer notar que, en esta historia, Iehoshua, a través del simbolismo, envía un mensaje MUY CLARO para los oyentes de aquel momento:
- El hombre rico es el Kohen Gadol, Iosef Bar Kaiafa (Caifás). Esto se deduce por la descripción sobre su persona: "vestía de púrpura y lino fino", lo cual hace referencia a su status social, era un Kohen, pues los Kohanim, según la Torá [Shemot 28.8] vestían púrpura y lino fino. Se menciona también "La casa de su padre" y "los 5 hermanos"; esto claramente hace referencia a la Casa de Janan (el clan sacerdotal de Anás), el padre (suegro) de Kaiafa, del cual sabemos, gracias al historiador Josefo, que tuvo 5 hijos, los cuales oficiaron como Kohanim Guedolim hasta la destrucción del Templo.
- Lazar, el pobre que muere en la historia, es Lazar de Bet Janania -el discípulo de Iehoshua, el cual murió y fue resucitado.
Como toda historia, lo más resaltable se encuentra al final. El rico (Kaiafa) le dice a Avraham: "Te ruego, que envíes a Lazar, para que prevenga a los 5 hermanos (líderes de Israel)", pero Avraham le dice: "No, porque ya ellos tienen quienes los prevengan, tienen a Moshe y los Neviim". El rico (Kaiafa) le dice una vez más: "Pero si alguno fuera a ellos (a los líderes de Israel) de entre los muertos, entonces ellos creerían y harían t'shuva". El final de la historia es: "Si no escuchan a Moshe y a los Neviim, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos". Esto fue lo que sucedió precisamente con Lazar -el discípulo- y los Kohanim: cuando vieron la resurrección de Lazar, no creyeron, sino que procuraron la muerte de Lazar.
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