google.com, pub-3838220590989262, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Sólo La Biblia: ¿Cómo podemos saber que la Biblia dice la verdad?

¿Cómo podemos saber que la Biblia dice la verdad?

Se han escrito cientos de libros acerca de las pruebas de la inspiración de la Biblia, y tales pruebas son muchas y muy variadas. Pero desafortunadamente muchas personas no han leído ninguno de estos libros. De hecho, ¡la Biblia misma ha sido leída por muy pocos! Por lo cual, mucha gente tiende a quedarse con la desilusión común de que la Biblia está llena de errores y además todo eso no tiene mayor importancia para nuestro mundo moderno.

Sin embargo, los escritores bíblicos claman y reclaman repetidamente que ellos han transmitido la verdadera Palabra de Dios, infalible y autorizada en el más alto grado. Decir esto es algo sorprendente para cualquier escritor, y si por suerte un buen número de ellos se equivocasen en tales reclamos, entonces han sido mentirosos, o dementes, o ambas cosas a la vez.

Pero, por una parte, si el más grandioso e influyente libro de todos los tiempos, y que contiene la más hermosa literatura y el código moral más perfecto y jamás conocido, fue escrito por fanáticos decepcionados, entonces es inútil buscar algún significado y propósito en este mundo.

Si alguien investigase estas evidencias bíblicas, encontraría que los reclamos de la divina inspiración (atestada más de 3.000 veces en diferentes formas) serían ampliamente justificados. 

PROFECÍAS CUMPLIDAS

La notable evidencia de una profecía cumplida es sólo un caso. Cientos de profecías bíblicas han sido cumplidas, específica y meticulosamente, con frecuencia mucho tiempo después que el escritor de la profecía ha dejado de existir.


Por ejemplo, Daniel profeta, alrededor del 538 a. C., predijo (Dan 9,24-27) que Cristo vendría como el salvador prometido y Príncipe, 483 años después que el emperador persa diera a los judíos la autorización para reconstruir Jerusalén, que estaba en ruinas. Esto fue clara y definitivamente cumplido, cientos de años más tarde.


Hay diversas profecías referidas a naciones y ciudades especificas y otras referidas a los eventos de la historia en general, y todas literalmente cumplidas. Más de 300 profecías fueron cumplidas por Cristo mismo en su primera venida. Otras profecías tratan de la propagación del Cristianismo, como también de falsas religiones y de muchos otros argumentos.

No existe ningún otro libro, antiguo o moderno, como este. Las profecías peregrinas, y generalmente erróneas, de personas como Jeanne Dixo, Nostradamus, Edgar Cayce, y otros como ellos, de ningún modo se pueden considerar de la misma categoría; lo mismo se puede decir sobre libros de otras religiones, tales como el Corán, los Anales de Confucio, y escritos de religiones sílimes. Únicamente la Biblia manifiesta esta clara evidencia profética, y lo hace de tal manera que cualquier otra explicación resulta absurda, si no es por revelación divina. 

EXACTITUD HISTÓRICA SINGULAR


La exactitud histórica de las Escrituras es única en su clase, muy superior a los escritos de Egipto, Asiria, y otras naciones más recientes. Confirmaciones arqueológicas de los datos bíblicos han sido casi innumerbles en los últimos cien años. Dr. Nelson Glueck, probablemente la mayor autoridad moderna sobre Arqueología israelita, ha dicho: “Ningún descubrimiento arqueológico se ha contrapuesto jamás a una referencia bíblica".

Se han realizado listas de resultados arqueológicos y afirmaciones históricas que se confirman claramente y con lujo de detalle en la Biblia. Y de igual modo, una justa evaluación de las descripciones bíblicas han conducido frecuentemente a asombrosos descubrimientos.”

EXACTITUD CIENTÍFICA

Otras asombrosas evidencias de inspiración divina se encuentran en el hecho que muchos de los principios de la ciencia moderna fueron registrados como acontecimientos de la naturaleza en la Biblia, mucho antes que los científicos los confirmaran experimentalmente. Un ejemplo de éstos incluiría:
  • La redondez de la tierra (Isaías 40,22)
  • La casi infinita extensión del universo sideral (Isaías 55,9)
  • La ley de la conservación de la masa y de la energía (II Pedro 3,7)
  • El ciclo hidrológico (Eclesiastés 1,7)
  • El vasto número de estrellas (Jeremías 33,22)
  • La ley de la creciente entropía (Salmo 102, 25-27)
  • La primordial importancia de la sangre en el proceso vital (Levítico 17,11)
  • La circulación atmosférica (Eclesiastés 1,6)
  • El campo gravitacional (Job 26,7)
  • Y muchos otros.
Desde luego que estos ejemplos no han sido expuestos en lenguaje técnico de la ciencia moderna, sino en términos del mundo elemental de la experiencia cotidiana del hombre; sin embargo, todos ellos están completamente de acuerdo con los hechos científicos más modernos.

Es también significativo que jamás ha sido demostrado un error real en la Biblia, en ciencia, en historia, o en algún otro argumento. Desde luego que ha habido muchos reclamos, pero los investigadores conservadores de la Biblia siempre han sido capaces de ofrecer soluciones razonables a tales problemas. 

ESTRUCTURA SINGULAR

La extraordinaria estructura de la Biblia también debe ser enfatizada. Si bien es una colección de 66 libros, escritos por más de 40 diferentes autores, en un período de 2,000 años, con todo es un solo libro, con perfecta unidad y consistencia.

Los escritores individuales, al tiempo de escribir, no tenían idea que su mensaje era destinado a ser incorporado en un tal Libro, sin embargo cada uno se colocaba perfectamente en su lugar y ofrecía su único y proprio propósito como un componente del todo. Quien estudia diligentemente la Biblia encontrará continuamente una extraordinaria estructura y patrones matemáticos ensamblados a través de su tejido, con una complejidad y simetría incapaz de deshacerse por casualidad o colusión.

El tema central de la Biblia, desarrollado con grande esplendor del Génesis al Apocalipsis, es la extraordinaria obra de Dios en la creación y la redención de todas las cosas, a través de su único Hijo, el Señor Jesucristo. 

SINGULAR INFLUENCIA DE LA BIBLIA

La Biblia es también única en términos de su efecto sobre individuos y sobre la historia de las naciones. Es el Libro más vendido de todos los tiempos, dirigiéndose a mentes y corazones, estimado al menos por algunos de cada raza, nación o tribu a donde ha llegado, ricos o pobres, investigadores o no, reyes o gente común, hombres de toda clase de nivel literario y experiencia de vida. Ningún otro libro ha sido considerado jamás de tal dimensión universal ni ha producido tales efectos duraderos.

Una última evidencia que la Biblia es veraz se encuentra en el testimonio de quienes han creído en ella. Multitudes de gentes, en sus experiencias personales, en el pasado y en el presente, han descubierto que sus promesas son verdaderas, su consejo saludable, sabios sus mandatos y restricciones, y su hermoso mensaje de salvación responde a cada necesidad en el tiempo y en la eternidad. 

Autores: Henry Morris y Martin Clark.


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