Pablo, el Apóstol escogido por Gracia
Pablo no está en los 12 apóstoles del principio que vivieron con Jesús Su ministerio, pero es el apóstol que llamó directamente el Señor tras Su ascensión. Sería un pilar clave en el proyecto del Señor para llevar el Evangelio al mundo entero, y por lo tanto, y aunque Judas es sustituido por Matías, sería Pablo el que tendría una relevancia fundamental en las 12 columnas de la fe y el carácter que el Señor imprimió en sus espíritus. Pablo sufre una radical transformación de activo enemigo y perseguidor de la Iglesia, por su celo de Dios y de la Ley, al más feroz predicador de Cristo con riesgo de su vida en muchas ocasiones, dispuesto a convertir al mundo, como así lo hizo en su tiempo y cuyo legado hoy permanece tras 2000 años, como el de todo el Nuevo Testamento del Señor Jesucristo. El Señor sabía muy bien a quien escogía, como lo sabe hoy. Tomaremos pues a Pablo como el apóstol número 12 para la lista de caracteres apostólicos que el cristiano puede aprender para formar el suyo.
Pablo será el apóstol del conocimiento del Señor, como queda patente en sus enseñanzas. Educado en la más estricta cátedra de la Torá, en la escuela de Gamaliel, prestigioso maestro y doctor de la Ley de Dios, de fe fariseo, la que cree en la resurrección dentro del judaísmo. Todo este conocimiento, sería a priori dejado de lado para predicar a los gentiles que no saben nada de la Torá, viviendo Pablo entre culturas helenísticas y otras diversas con deidades y costumbres paganas. Pareciera que el Señor no hacía uso de su conocimiento, pero sería en su enseñanza a los Judíos que crearía un vínculo entre Judíos y Gentiles, al ser el que el Señor preparó para enseñar en la misma línea del propio Jesucristo, que el Evangelio no es solo para Judíos, sino para todas las naciones de la tierra. Que la Palabra de Dios tiene un significado espiritual transformador y que aquel que viene a la Biblia con los ojos del Espíritu encuentra la Vida espiritual. Sería el reformador de entre los apóstoles, como el propio Señor lo fue a Su propio pueblo.
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