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Pastores evangélicos, aliados estrátegicos de los partidos políticos

Pastor evangélico con biblia en mano.       Imagen: Internet

(SóloLaBiblia/LaPágina) Idealmente, una planilla para concejo municipal debe de estar integrada por líderes que representen a un profesional, un agricultor, un comerciante o empresario, un joven, una mujer, un deportista, un famoso, un líder comunitario, un líder religioso católico y sobretodo un líder religioso evangélico.
La legislación salvadoreña permite entre dos y 16 concejales, dependiendo de la población de cada municipio. Hasta donde la ley se los permite los partidos salvadoreños procuran llevar en su filas a un pastor evangélico y a un comerciante o empresario que aporte fondos para la campaña.
Todos los partidos, incluyendo al FMLN; instituto político que exige cierto período de militancia, están dispuestos a llenar sus planillas con representantes de diversos sectores, especialmente en los municipios del interior del país, donde los liderazgos son del dominio colectivo y la cercanía de la gente permite conocerse en alguna medida.
Si solo son dos candidatos a concejales propietarios, a un concejal suplente, a síndico y a alcalde, los cuatro deben de estar representados por personas provenientes de diversos sectores, sin olvidar que por lo menos debe de haber una mujer.
En los municipios donde la ley les permite más de cinco concejales con sus respectivos suplentes, los partidos deben de procurar llenar las candidaturas con miembros de todos los sectores referidos, siendo el más trascendental el del pastor evangélico, como aliado estratégico que lidera grupos de personas que a la hora de votar responden a una orden, generalmente emanada de su pastor, según el sociólogo y politólogo Rubén López-Hilder.
DIARIO LA PÁGINA tuvo acceso a revisar algunas planillas de concejos que compitieron en las elecciones de 2009 y pudo verificar que en algunos municipios, las planilla que llevaban a un líder religioso evangélico ganaron o crecieron, a pesar de ser partidos pequeños, tal como ocurrió en San Francisco Chinameca, San Luis Talpa, Santa Rita, Mercedes Umaña y San Luis de la Reina.
“Buscamos a un pastor evangélico que surja del consenso de todos los pastores, porque somos u partido democrático, no para aprovecharnos de ellos”, dijo un pedecista en San Luis Talpa, municipi estratégico, donde se encuentra el aeropuerto internacional de El Salvador.
Sin embargo, el mismo político reconoce que los evangélicos han crecido tanto en el municipio que ya no se puede conformar un concejo sin tener a un representante, que invite a la feligresía evangélica a votar por el partido.
El principal problema es que los evangélicos procuran mantenerse alejados de la participación activa de la política, por lo que es difícil la tarea de incorporar a un pastor.
“Cuando buscamos jóvenes, profesionales, representantes del sector femenino, agricultores, comerciantes o empresarios y un líder católico es fácil, lo difícil es incorpoar a un pastor o a alguien que represente a las iglesias evangélicas, porque cuesta convencerlos y más aún, que todas las iglesias de diferentes denominaciones se pongan de acuerdo”, dice Carlos García, quien corrió como candidato a alcalde por un municipio de La Paz en un las elecciones de 2006.
Generalmente quien incorpora a un pastor en su planilla logra una subida en su caudal de votos, buena para ganar la alcaldía o en su defecto, para sumar votos que ayudan al candidato a diputado del partido.
López-Hilder, quien en las elecciones de 2006 fungió como asesor de varias campañas de un partido de derecha, señaló que orientó a las direcciones municipales para que pluralizaran las planillas, sin olvidar que el primero que debe de estar es el candidato a alcalde que debe de ser el más líder de todos. La experiencia dicta que cuando uno de los candidatos a concejal tiene más arrastre que el mismo candidato a alcalde, se pierden las elecciones. “Las campañas giran alrededor de los canditados a alcaldes y los aspirantes a concejales suman votos de sus sectores”, agregó.
Recordó que en la década de los 90, en El Paraíso, Chalatenango, el entonces partido CDU, llenó su planilla solo con mujeres, pensando que de esa forma tenían ganadas las elecciones porque en el municipio, como en 251 de 262 municipios del pañis, hay más mujeres que hombres. Ellos no evaluaron que “mujeres no votan necesariamente por mujeres” y que dejaron fuera a representaciones de otros sectores.
Un buen ejemplo de conformación de planillas, según López-Hilder es la que siempre organiza Will Salgado en San Miguel, donde lleva a representantes de todos los sectores y siempre en constante cambio. Desde que ganó la primera vez hasta la última siempre ha llevado planillas diferentes, lo cual se ve como renovación y amplitud democrática, aunque en el fondo solo sea cubrir los intereses del candidato a alcalde y del partido.
Óscar Maravilla, pastor evangélico, ex concejal en el período 2006-2009, acepta que sus seguidores están a la espera de los consejos que les da el líder espiritual. “Desde mi iglesia aporté al partido como 300 votos y otros pastores amigos me ayudaron. Creo que aportamos unos mil votos, dice Maravilla,que participó en un municipio donde los votantes fueron alrededor de 5 mil distribuidos entre cinco partidos.
La filosofía de vida del fiel evangélico es que hay que dejar que los políticos hagan política, por lo que procuran mantenerse al margen. Independientemente de eso, votan y su voto vale lo mismo que un laico. Por convicción los fieles evangélicos están dispuestos a seguir el consejo de su guía espiritual.
En las elecciones presidenciales pasadas, el pastor Edgard “Toby” Beltrand. del Tabernáculo Bautista instó a sus fieles a votar por ARENA; mientras que el pastor Carlos Rivas hizo lo mismo instando a votar por el FMLN. López-Hilder sostiene que el efecto no es igual cuando se trata de “aconsejar” dirección de voto en las grandes ciudades o en las elecciones presidenciales, donde los criterios son amplios y la campaña electoral ha penetrado por la comunicación masiva e impersonal.
Ni Toby ni Rivas, en este caso, son vistos por sus seguidores como guías políticas, además de no estar ellos involucrados en candidaturas, por lo tanto seguirles el consejo no es viable o causa el efecto contrario.
Contar como aliados a los pastores funciona en los municipios. Entre más pequeño es un municipio más es la influencia de los guías espirituales, por supuesto dependiendo de la cantidad de evangélicos, que en el caso de El Salvador presenta a municipios con hasta el 50 por ciento de personas evangélicas.
En las planillas revisadas por DIARIO LA PÁGINA, se pudo constatar el crecimiento de partidos no tradicionales que aumentaron su caudal de votos cuando entre sus miembros había un aspirante a concejal que laboraba como pastor.
“No voy a mentir, si buscamos un pastor en el listado, que sea capaz de reunirse con otros pastores y que juntos nos presenten un plan, pero es difícil que acepte”, dice un diigente de un partido opositor de Jiquilisco, municipio que es gobernado por el FMLN y donde un 30 por ciento de sus habitantes profesan la fe protestante.
David Segovia, ex candidato a alcalde de un partido de derecha, en un municipio migueleño, cree que perdió las elecciones de 2006 -por menos de 75 votos- porque se dedicó a llenar la planilla con gente adinerada del municipio, mientras que su rival incluyó a un pastor y a un líder campesino.
El comunicólogo y asesor electoral Jaime Ojeda, sostiene que tener como aliado a los pastores es mucho más provechoso que tener como aliado a los líderes católicos, porque la feligresía católica es más liberal a la hora de decidir por quien votar. “Los católicos, rara vez siguen 'órdenes políticas electorales', ellos más bien siguen a sus líderes, de tal manera que si es un joven prefiere identificarse con el partido que lleva como candidato a un joven que conozca e identifique como líder potencial, en cambio un fiel evangélico, sigue a su líder, casi con fe ciega, especialmente en las comunidades (municipios) pequeños”.
“Nosotros les hemos dicho a nuestras directivas municipales que busquen acercarse a todos los sectores, incluyendo a las iglesias evangélicas, ojalá y pudiéramos tener en casi todas nuestras planillas a un apstor”, dice un dirigente de un partido de derecha.
Por ahora, cuando se están nombrando desde ya a los candidatos a alcalde en los 262 municipios del país, los pastores del interior se están convirtiendo en “deseados” por los partidos que ven en ellos a aliados estratégicos... votos seguros.

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